El asesinato del activista trumpiano Charlie Kirk ha lanzado un nuevo ciclo de macartismo en los EE. UU. A comienzos de los años 50 fue un movimiento anticomunista, impulsado por la nueva importancia de la Unión Soviética en el mundo. Hoy, que ya no hay comunismo en Rusia y la familia de Donald Trump hace negocios en Moscú, el macartismo es de fronteras para adentro.
Tampoco, estrictamente hablando, hay comunismo en China, sino un intenso capitalismo de partido único. En Corea del Norte hay una suerte de monarquía stalinista. Por todo el Caribe la cosa es con dictaduras a la antigua, con el hombre y sus militares oprimiendo al pueblo. Es evidente que el llamado marxismo-leninismo ya no es el mismo.
¿Entonces qué, y a quiénes, están persiguiendo Trump y el Partido Republicano? El grito de