Los enjambres de drones que han asolado Ucrania durante años —y que cruzaron la frontera hacia Polonia la semana pasada— han hecho que los ejércitos de la OTAN en Europa se apresuren a mejorar las defensas aéreas por si alguna vez se enfrentan a una amenaza similar.

Pronto dispondrán de una nueva solución: los láseres.

Durante décadas, los científicos han tratado de aprovechar los haces de energía dirigida en sistemas de armas que serían más baratos y eficaces que los misiles o los cohetes. Un número cada vez mayor de países están desarrollando o desplegando sus propias defensas aéreas láser, y algunas ya han sido utilizadas en la guerra, por Israel y Ucrania.

Un país europeo de la OTAN está comprando actualmente un láser de defensa antiaérea a una empresa australiana, que, según funcio

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