Treinta años atrás se estrenaba , una película que hizo historia.

Está en un lugar muy especial, un sitio al que accedieron muy pocas películas en Hollywood: Ishtar, Cleopatra, Waterworld o Heaven’s Gate . Son muy pocas películas las que logran transformarse en colosales, magníficos, inolvidables desastres.

Quizá la categoría de cine catástrofe habría que aplicarla a películas como esta y no a megaproducciones como Terremoto o Infierno en la Torre .

La fórmula parecía perfecta:

Un director prestigioso y con gran habilidad narrativa

El guionista mejor pago del mundo

Un gran estudio

Una estrella juvenil dando el salto a la adultez

Un presupuesto enorme

Una trama de alto voltaje

Mucho sexo

Parecía perfecta, pero solo parecía. O acaso que se notara demasiado la delibera

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