Tras 40 años, el sepulturero Raúl Flores García todavía recuerda los estragos del terremoto de 1985 , el cual cobró la vida de cientos de personas, mismas que fueron enterradas por él en el Panteón Francés de La Piedad, el cual no se daba abasto ante la cantidad de familias que requerían los servicios.
“Fue un desastre muy fuerte. Fue algo insólito. Donde está la Plaza Delta antes era el Parque de Beisbol y ahí empezaron a traer todos los cuerpos que no estaban reconocidos. Era una montaña de cuerpos con muchísimo hielo que les ponían encima para que no se descompusieran tan rápido, mientras alguien pasaba a reconocer si algún familiar era de ellos”, recuerda.
De pasar a enterrar a una persona cada dos semanas, a sus 17 años sepultaba hasta siete cuerpos por día. Trabajaba un d