Controvertida, polémica, molesta. Civil War e s mucho más que una película distópica que juega con 'posibles', provocando en el espectador distintas emociones que van desde la indignación al terror. La historia, dirigida por Alex Garland, muestra a Estados Unidos sumido en el absoluto caos, con un presidente tirano atrincherado en la Casa Blanca y justicieros que matan sin control. En esos 'posibles' en los que se maneja el director asistimos a la alianza entre Texas y California: las etiquetas se desprenden, las ideologías difuminan sus límites y la sociedad se siente amenazada por los inmigrantes. Es ahí, en ese caos, donde el buen periodista tiene que trabajar de forma imparcial, objetiva.
"Solo he recogido algo que perturbaba a mucha gente, no es ningún tipo de pensamiento in