Era una noche para reafirmar el compromiso. Y una enorme bandera en la cima de la tribuna oriente así lo decretaba: “Siempre estuvimos, siempre estaremos”. En semanas difíciles, en las que el Alianza Lima había acumulado tres partidos consecutivos sin ganar (dos empates y una derrota), el aliancista no tuvo mejor idea que llenar Matute y alentar, cubrir las gradas del estadio y cantar, desgarrar sus gargantas y apoyar. Y al final la recompensa fue la mejor: goleada 4-0 a Comerciantes Unidos.
En la previa, un punto separaba a ambos equipos: Alianza, con 12 unidades (hoy con 15) se alejó de los cutervinos (11 pts.), aunque aún sigue muy separado del líder Universitario. Pero en el campo las diferencias fueron abismales. Los íntimos, con muchos suplentes pensando en la revancha d