En medio de una crisis, lo primero que falta son los productos frescos. La cadena de suministro se interrumpe y las heladeras dejan de funcionar. Por eso, la clave para sobrevivir está en aquellos alimentos que resisten todo, capaces de perdurar durante años sin perder nutrientes ni volverse peligrosos.

La comida en conserva, los granos secos y los endulzantes naturales se convierten en aliados estratégicos. Muchos de ellos son baratos, fáciles de almacenar y tienen un rol clave tanto para la energía como para la salud . Son la base de cualquier despensa pensada para la emergencia.

Conservarlos de la manera correcta hace toda la diferencia . Los recipientes herméticos, la ausencia de humedad y los espacios oscuros garantizan que puedan acompañar incluso en escenarios extremos. De

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