Hay papeles que no se interpretan: se exudan, se emanan y se encarnan. Franco Masini (31) lo supo desde el primer instante en que se enfrentó a la propuesta de El Retorno , aunque el rol parecía reservado a alguien mayor, alguien con más edad a cuesta (no llegaba a los 33 "cristianos" años y en el rodaje de 2023 tenía 29) para sostener el peso de ser un iluminado que murió por la humanidad . La paradoja estaba servida: un actor joven debía convertirse en el rostro de un hombre que regresa dos milenios después para cuestionarlo todo.
En esta película dirigida por Marcela Luchetta (psicoanalista, además de directora; su largo anterior fue Axiomas , con Jorge Marrale y Luz Cipriota), lo divino y lo terrenal se entrelazan en un relato donde la fe se tiñe de sospecha, poder y has