Al parecer, a las autoridades no les quedó claro desde 2015 que la gestión de crisis comienza antes de la catástrofe, con evaluación de riesgos y simulacros realistas.
La tragedia ocurrida debajo del Puente de la Concordia, en la alcaldía Iztapalapa, trajo a la memoria otra similar ocurrida 10 años atrás (enero 2015), cuando una pipa de gas realizaba una descarga en la cocina del Hospital Materno-Infantil de Cuajimalpa y, debido a una fuga, produjo una explosión que derrumbó parcialmente el hospital destruyendo el 75% de su estructura, con saldo de 5 muertos y 66 lesionados.
Ese evento que evidenció la fragilidad de los protocolos de seguridad en el transporte de sustancias peligrosas fue un parteaguas en el manejo de gas LP en la Ciudad de México, pero, aunque se implementaron cambios s