El socialismo, así como los demás sistemas intervencionistas de corte estatista, ya sean de izquierdas o de derechas, nunca tiene éxito porque niega o dificulta el cálculo económico. El libre mercado siempre obtiene resultados muy superiores justamente porque favorece dicho proceso mediante dos tipos de señales, los precios libres y los beneficios.
Mediante el cálculo económico los agentes deciden qué deben producir, en qué cantidades, dónde y cómo, así es como asignan unos recursos que siempre son escasos. Para que esto sea posible es necesario conocer los precios de los bienes y servicios que fijan la oferta y la demanda, datos que permitirán inferir las expectativas de beneficios. Ambas señales sólo pueden ser generadas por el mercado libre.
Todos los intentos de planificar la economí