No hay vuelta atrás. Lo tiene decidido desde hace mucho tiempo y ahora se convierte en realidad. el sosiego y la paz que no encuentra en España. Allí piensa fijar su cuartel general de cara a esa gira americana que tanto se está demorando. Con esta huida hacia adelante deja, en cierto modo, “huérfanos” a sus dos hijos . El cisma familiar es cada vez más grande, y más aún ahora, cuando les separarán miles de kilómetros de distancia.
La tonadillera ya ha vaciado “Cantora”: un gran tráiler se llevó al puerto de Cádiz todos los enseres de la finca. Poco ha quedado allí. Incluso han desaparecido los famosos -y tan buscados- objetos que pertenecieron al fallecido Paquirri . En este sentido, Francisco y Cayetano Rivera pueden dar definitivamente por perdidos los bienes que les dejó su padre