Mientras veía a su padre luchar contra un cáncer poco común, María Rocha tomó una decisión que cambiaría su vida: construiría riqueza y cambiaría el rumbo de su existencia para poder tender una mano y ayudar a otros. Como la segunda más joven de diez hermanos, Rocha no es ajena al trabajo duro para sobresalir. Esto fue precisamente lo que la ayudó a pasar de abandonar la universidad cuatro veces a convertirse en una de las agentes inmobiliarias más productivas del estado, todo antes de cumplir cuarenta años.
**Primeras lecciones de resiliencia**
Después de mudarse a Iowa a los tres años, la familia se acomodó en una casa móvil. Durante la siguiente década, a medida que la familia crecía, el espacio se volvió más limitado. Cuando sus padres compraron su primera casa, justo detrás del parq