En Córdoba, la crisis hídrica se multiplica por dos. Por un lado, los meses secos reducen la disponibilidad de agua, y por otro, los ríos y embalses presentan altos niveles de contaminación. “Tenemos menos agua, y la que hay no siempre está en condiciones seguras para el consumo”, resume la ingeniera ambiental Marisol Godoy, integrante de la Comisión de Medio Ambiente y Sustentabilidad del Colegio de Ingenieros Especialistas de Córdoba (Ciec).
Las causas son múltiples, pero una de las principales es la falta de planificación y control. Las descargas clandestinas de cloacas y las actividades productivas sin supervisión suficiente terminan llegando a los cursos de agua, agravando el problema.
Otra de las problemáticas señaladas por la especialista son los basurales a cielo abierto, que gen