Ha sido necesario que cumpla sus 28 años para que Ousmane Dembélé, señalado desde que tenía 6 como uno de los mayores talentos del fútbol francés, obtenga el premio individual más perseguido del fútbol mundial, una coronación retrasada por la inconsistencia de su fútbol, que el jugador superó la pasada campaña.

El nuevo Balón de Oro ha completado la mejor campaña de su carrera cuando ya mucha gente había dejado de considerarle estrella, situado desde hace años en la casilla de gran jugador a la que había sido relegado tras años de irregularidades en su juego.

Talento precoz, el oriundo de Normandía, donde creció en un barrio deprimido de los arrabales de Evreux, en medio de bloques de viviendas que alojan familias modestas, vio pronto en el fútbol el sueño de su vida.

Hijo de un padre s

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