Ya sea un piso turístico o un hotel, hay que tener mucho cuidado con las reservas. O, si no, se pueden vivir sorpresas como la que compartió Ana a través de TikTok. Y es que lo que parecía ser una habitación normal en Nueva York resultó en una experiencia de lo más "presidiaria".

"¿Hotel o cárcel?", comenzó a preguntarse la joven junto a su acompañante. Así, a modo de tour, enseñó el poco espacio en el que ella y su acompañante descansarían.

Un armario empotrado sin puertas, una papelera de basura, una cama con su propia taquilla y un baño con lo esencial. "Un lavabo y un espejo, muy a lo presidiario", bromeó con ironía.

De hecho, a pesar de no tener las mejores vistas y tener una ventana que no era "supersegura", sí que contaban con un cuadro de los edificios de la ciudad a modo de dec

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