La expedición de la circular roja contra Carlos Ramón González, exdirector del Dapre e investigado por el escándalo de corrupción en la UNGRD, parece tener más un efecto simbólico que real. Aunque la notificación internacional fue publicada este 22 de septiembre por Interpol, el asilo político que le otorgó Nicaragua convierte la medida en un “saludo a la bandera”.

En la práctica, ese país no procederá a capturarlo, pues el estatus de asilado lo protege de cualquier acción judicial extranjera dentro de su territorio.

La circular, solo tendría efectos si González abandona Nicaragua y pisa jurisdicciones que reconozcan la alerta de Interpol. Mientras el exfuncionario permanezca en territorio nicaragüense, la orden de captura internacional no pasará de ser una herramienta de presión diplo

See Full Page