Cada cambio de estación transforma la naturaleza y también la mesa de los hogares. En otoño, las frutas y verduras cambian de tonalidad y sabor: los verdes brillantes del verano dan paso a los naranjas, rojos y dorados propios de esta temporada. Con ello, llegan productos que no solo embellecen el mercado, sino que también ofrecen múltiples beneficios para la salud.
Consumir alimentos de temporada es una práctica que cada vez cobra mayor relevancia, pues significa aprovechar productos en su punto óptimo de maduración. Esto se traduce en mejor sabor, más nutrientes y precios más accesibles , gracias a la abundancia de la cosecha.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda ingerir al menos 400 gramos diarios de frutas y verduras , lo que equivale a cinco porciones entre