La explotación sexual y la trata de mujeres, niñas y niños con fines de explotación sexual debe quedarse en nuestra retina con la convicción de que con la trata, no hay trato. Esta esclavitud moderna es un atentado a los Derechos Humanos y, por tanto, objetivo de las políticas de transformación social. La trata está directamente relacionada con la posición de las mujeres en la sociedad y la feminización de la pobreza.

La trata de mujeres para la explotación sexual atenta contra diversos derechos fundamentales como el derecho a la vida, la libertad, la integridad física y moral, la libertad sexual, la salud, la intimidad y la dignidad humana. Es una realidad que ha permanecido oculta e invisible.

La normativa internacional obliga a los poderes públicos a combatirlas desde un enfoque in

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