Foto: Ariel Rodríguez y Especial

En México, la venta de animales víctimas del tráfico, también conocido como extracción de la naturaleza, sigue preocupando a activistas y rebasando los esfuerzos de las autoridades y personas que trabajan para preservar la fauna en sus ecosistemas.

Esta investigación descubrió que la demanda nacional sigue haciendo de este delito un fructífero negocio para los traficantes, muchos de ellos ligados al crimen organizado, además de que es fácil navegar por un sistema regulatorio con huecos legales que incluye castigos mínimos para los criminales.

Expertos describieron un sinfín de repercusiones ecológicas a causa de la extracción de vida salvaje, pero ninguno pudo aclarar el factor psicológico que orilla a las personas a creer que se puede mantener una espec

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