VOX no necesita rendir cuentas, ni le pesa pinchar en su última cumbre ultra organizada en Madrid, ni siquiera necesita competir por el espacio mediático. Arremeter contra el PP/PSOE es suficiente para que vaya calando su discurso ganador. Capitaliza una corriente global antipolítica, antiestablishment, que tiene un caladero vital en los jóvenes en sintonía con el movimiento MAGA . Un partido ultranacionalista, guardián de las esencias patrias, con una identidad imaginaria que penetra en todas las clases sociales. De lo rural a las grandes provincias. Un partido reaccionario con el añadido del buen anclaje en las élites. Dentro de la judicatura y en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad tiene también una buena cuota de votantes.
Créditos en esa penetración cada vez más transversal, no nece