Zarzuela de Jadraque y Villares de Jadraque son dos pequeños pueblos de la Sierra Norte de Guadalajara que desde siempre han compartido relaciones de vecindad. Sin embargo, las abundantes lluvias de la pasada primavera tiraron abajo parte del puente que los unía y pusieron de manifiesto un problema más de la España vaciada u olvidada. Desde el pasado ocho de marzo, fecha en la que colapsó el puente por la crecida del río San Cristóbal, los vecinos tienen que dar un rodeo de 50 kilómetros para viajar de un pueblo a otro porque ninguna administración se hace cargo de la obra de reconstrucción.
Y es que el puente está situado sobre una vía de titularidad municipal (la carretera GU-161) y los dos municipios, que apenas suman cien habitantes, no tienen dinero para costear la obra. El número de