El sector turístico lleva tiempo advirtiendo de una desaceleración en la actividad, con una demanda algo estancada y, sobre todo, muy prudente a la hora de gastar. El balance de los hoteles catalanes en los meses centrales del verano es claro ejemplo de ello.
Entre junio y agosto, los establecimientos de Catalunya han sufrido un leve descenso de las pernoctaciones, del -0,36% respecto al mismo periodo del año pasado, pese a que han alojado más viajeros que nunca. En total, recibieron a más de 7,79 millones de personas en esos tres meses, un 4% más que en el 2024, según los datos de coyuntura hotelera publicados este martes por el INE. Ahora bien, estos huéspedes recortaron sus estancias, con vacaciones algo más cortas y menos días en los establecimientos –ver gráfico–.
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