Un proyecto piloto de inseminación caprina en el desierto de Sechura impulsa nuevas oportunidades económicas para pequeños ganaderos de la Asociación Frontera Comunal del caserío Nueva Esperanza. La iniciativa, desarrollada por el programa de responsabilidad social Emprerural Agricultores de la Compañía Minera Miski Mayo, busca transformar la producción caprina mediante inseminación artificial y capacitación especializada.
En esta primera intervención, 21 cabras mestizas fueron inseminadas con genética de raza Anglonubian, reconocida internacionalmente por su alta producción de leche y carne. “Nuestro objetivo es mejorar la productividad caprina fortaleciendo las capacidades técnicas de los productores, además de promover la comercialización de productos de mayor calidad” , explicó Robe