Hacer deporte o ir al gimnasio no es suficiente si la alimentación no acompaña. La pregunta de siempre —¿conviene comer antes o después de entrenar?— hoy tiene respaldo científico.
Comer antes de entrenar: entre dos y cuatro horas previas
Los cardiólogos recomiendan una comida con carbohidratos y proteínas entre dos y cuatro horas antes de entrenar. Este intervalo permite una buena digestión y asegura que el cuerpo tenga reservas de energía listas para usar.
Para quienes no disponen de tanto tiempo, los especialistas señalan que también es válido ingerir una pequeña porción rica en proteínas 30 minutos antes. Eso sí, debe ser liviana, nada parecido a un almuerzo completo.
Comer después de entrenar: la “ventana de oro”
El post-entrenamiento es tan importante como lo que se hace antes.