El crecimiento desmedido de la población de palomas en Bahía Blanca preocupa a especialistas y vecinos. Para el médico veterinario Roberto Giménez , no se trata de una polémica, sino de un problema biológico claro: “La biología determina que, cuando tenés alimentación, refugio y ausencia de depredadores, todas las especies que se nutren de ese ecosistema explotan. Y eso es lo que está pasando en Bahía Blanca”.
Según el profesional, las condiciones ecológicas actuales favorecen a la paloma y juegan en contra del ser humano. “El gran impacto de las palomas a nivel mundial es desde el punto de vista de las enfermedades. Transmiten una clamidia que causa ornitosis —similar a la citacosis de los loros—, además de parásitos como el piojillo. También generan suciedad en edificios, comprometen