El partido estuvo demorado antes de iniciar el segundo tiempo por enfrentamientos con la policía local.
Antes de emprender el regreso a Buenos Aires, el plantel de Lanús celebró en las playas de Río de Janeiro con mate y música, su clasificación a la semifinal de la Copa Sudamericana. Pero en el entretiempo del partido del martes por la noche que igualó 1 a 1 con Fluminense en el estadio Maracaná de Río de Janeiro, sus hinchas volvieron a ser brutalmente agredidos por la Policía estadual y los efectivos de la seguridad privada que en verdad debían protegerlos.
El escándalo, que extendió el entretiempo por treinta y seis minutos e incluso hizo dudar de la continuidad del partido, se inició en el anillo interno del estadio, donde un careo entre los policías y la seguridad privada deri