Marcar los árboles ha sido, por siglos, una costumbre entre los seres humanos. Desde dibujos prehistóricos hasta corazones con iniciales, muchas personas han querido dejar su huella en la naturaleza.
Sin embargo, lo que para algunos parece un gesto inofensivo o incluso romántico , en realidad representa un daño profundo e irreversible para los árboles y, por consiguiente, para el equilibrio del planeta.
Cuidar los árboles es cuidar la vida, pues ellos producen el oxígeno que respiramos y absorben dióxido de carbono, lo que ayuda a mitigar el cambio climático. | Foto: Agencia 123rf
Ya que la corteza de un árbol no es solo su piel externa, sino en realidad, un escudo protector contra enfermedades, plagas y cambios de temperatura . Dentro de esta capa, se encuentran el floema,