El anuncio de instalar 1.000 cámaras de videovigilancia en Barcelona para reforzar la seguridad en Barcelona no ha dejado indiferente a los ciudadanos. El propio alcalde, Collboni Barcelona , aseguró que la idea es utilizarlas como “un arma de prevención”, especialmente en zonas conflictivas como el litoral y Ciutat Vella. Sin embargo, en redes sociales las reacciones han sido críticas, escépticas e incluso irónicas.

Una medida cuestionada por su eficacia

Los defensores de la medida señalan que las cámaras de videovigilancia en Barcelona pueden ser útiles para esclarecer delitos, pero buena parte de los usuarios dudan de su capacidad para frenar la delincuencia en Barcelona . Un internauta resumía así la crítica: “130.000 cámaras en Londres y siguen con crimen... no creo que 1.

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