Alfonso Scarano se pondrá al frente de la Orquesta Sinfónica de Yucatán este fin de semana con un programa en el que la suite de “El lago de los cisnes” de Tchaikovski ocupará un lugar especial.
Y es que no se trata de cualquier interpretación, pues en esta ocasión el ballet se tocará sin bailarines, únicamente la música, lo que para el director implica un reto y una oportunidad.
“Cambia mucho, porque cuando está el ballet en escena la música se usa para apoyar a los bailarines, que hacen un esfuerzo físico enorme: caminar, saltar, moverse sin parar. Sin bailarines es diferente porque podemos ser más idiomáticos en el texto de la música”, señaló al Diario.
Sobre si esto le da más libertad como director, fue muy claro en su respuesta: “No, el músico nunca es libre, porque servimos al com