Ana Tuñas Matilla Greenfiber, sociedad participada por la portuguesa Altri y el empresario Manuel García Pardo, mantiene sus planes para levantar la controvertida macroplanta de celulosa soluble y lyocell en Palas de Rei (Lugo), a pesar de las dificultades para acceder a fondos públicos para su financiación y a no tener garantizado el acceso a la red eléctrica.
La factoría, apoyada por la Xunta y que se ubicaría en una zona de alto valor ecológico, cuenta con el rechazo de gran parte de la sociedad y la oposición gallega por su impacto ambiental, social y económico.
Tras lograr en marzo la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) favorable de la Xunta, para poder convertirse en realidad, la planta está pendiente de obtener la Autorización Ambiental Integrada (AAI), así como de cerrar su fi