El tráfico ilegal de anguila europea ha causado daños ambientales por valor de 81.796 millones de euros desde 2011, según la Guardia Civil, que lidera la operación «Lake» de lucha contra esta actividad delictiva, en la que participan más de 40 países coordinados por Europol.
Desde ese año, la Guardia Civil, con su Servicio de Protección a la Naturaleza (Seprona) a la cabeza, se ha incautado más de 24 toneladas de angulas (cría de anguila) vivas y ha detenido o investigado a más de 300 personas vinculadas a redes criminales relacionadas con el furtivismo y el comercio ilegal de esta especie en peligro de extinción, que se ha consolidado como uno de los delitos medioambientales más lucrativos.
La exportación de anguila europea fuera de la Unión Europea está estrictamente prohibida pero el