El turismo masivo se ha convertido en uno de los principales problemas para el futuro de esta actividad, tanto en el medio natural como en el urbano. Entre las imágenes que ayudaron a concienciar del problema, hay que recordar las de la cola interminable de alpinistas esperando su turno para coronar el Everest en 2019. Desde entonces, hemos visto fotografías similares varios años seguidos en la cima más alta del mundo, pero no sólo en este lugar remoto -que requiere buena forma física y mucho dinero para llegar hasta él-, sino en diferentes emplazamientos: desde Venecia hasta las islas griegas, desde el cántabro Puntal de Somo hasta el mirador tinerfeño de Chipeque. La viralización digital de lugares bonitos suele desembocar en esta masificación, que llega a amenazar su misma existencia y
Turismo masivo. Por (*) May

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