NUEVA YORK- Los programas de entrevistas de medianoche, o late-night, no siempre fueron la punta de lanza.
Durante la mayor parte de su historia, este género distintivamente estadounidense le presentó al público hombres trajeados y bien educados del medio oeste que arrullaban a los telespectadores con chistes apolíticos y charlas con famosos. Los que generaban polémica abordando temas candentes eran los comediantes de stand-up como Lenny Bruce, George Carlin o Dave Chappelle. Pero los contadores de chistes que han surgido como los críticos de más alto perfil del segundo gobierno de Donald Trump —y los más atacados— son esa especie supuestamente en peligro de extinción: los presentadores de programas de medianoche de las cadenas televisivas. ¿Cómo se han politizado tanto estos personaj