La distribución regional de la grasa corporal podría influir de manera diferenciada en la estructura, conectividad y funciones cognitivas del cerebro, según un estudio publicado en Nature Mental Health. Los resultados plantean que estos efectos no pueden explicarse únicamente por el índice de masa corporal (IMC).
“El IMC se utiliza comúnmente para evaluar la obesidad, pero no logra capturar las complejidades de la adiposidad regional, que puede tener diversos efectos en la salud cerebral”, dijeron los autores del estudio.
Y sumaron: “Aunque el IMC sigue siendo el índice de obesidad más utilizado, a menudo oscurece las distintas contribuciones de la distribución regional de la grasa a los resultados de salud”.
Además, postularon que la adiposidad regional tiene efectos heterogéneos sobre