Cuando Hernán Romero decidió ser actor, no había temporadas teatrales largas y era casi imposible imaginar que tendría una carrera de más de seis décadas. “No existían las carreras intermedias: eras abogado, ingeniero, médico, cura o militar. Si no eras una de esas cinco cosas, no eras nada, y yo opté por ser nada”, nos dijo en una entrevista por su trayectoria y, entre risas, recordaba la reacción de su familia. “Mi padre se volvía loco, caminaba por las paredes”.

El primer actor, figura del cine con películas como Tinta Roja , Espejismo , La cordiller a, de la televisión e impulsor del teatro peruano, falleció a los 83 años y deja un enorme legado en los escenarios. “Con mucha tristeza tengo que compartir con ustedes que mi magnífico padre nos ha dejado. Han sido días durísimos

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