Siempre, hasta no hace tanto, un torero podía considerarse ya figura —al margen de sus contratos, honorarios y fuerza— cuando tenía a su nombre peña, anís y pasodoble . , que lleva una temporada como novillero con caballos, ya va haciendo camino en ese sentido y, de momento, ya tiene pasodoble . Ayer se estrenó en Algemesí, en una función en la que demostró que, de seguir así, también tendrá pronto peña o club taurino bajo su advocación y, si todavía se lleva, su nombre puesto en la etiqueta de una botella de anís .
En la sexta función de la Feria de las Novilladas se lidió un encierro de Ángel Gómez, de tan justa presencia como energía, siendo licenciado del primer tercio con apenas un refilonazo y, a veces, ni eso . Pero su casi nula empenta hizo imposible seguir los engaños y o