Cuando un futbolista se va del Barça es complicado que vuelva. Pues imagínense cuando hace las maletas en dos ocasiones. Entonces su retorno es casi imposible. Pero Eric Garcia marchó de chaval a Manchester y regresó. Y después se fue a Girona cedido y retornó. Aún estuvo cerca de irse por tercera vez, en el mercado de invierno de la pasada temporada, pero no lo hizo. Prefirió quedarse para agotar sus opciones de triunfar en el club de su vida. Ahora está recogiendo los frutos, con goles incluso como el de este jueves en Oviedo, donde fue escogido el mejor futbolista del partido.

Desde la secretaría técnica del Barcelona se le hizo ver a su entorno que este era otro Eric, que se le veía más maduro y que llegaría su oportunidad. Que valía la pena quedarse. El tiempo, su trabajo y su

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