Eduardo Durán, aseador de calzado con 30 años de experiencia en La Paz , reconoce que su oficio atraviesa una etapa complicada. “Al morir la gente que se fijaba mucho en su aspecto, en la pulcritud del vestir, pues va decayendo el trabajo. Ahora los jóvenes ya no cuidan tanto ese aspecto, usan tenis u otro calzado que no requiere mantenimiento”, explica.

Para adaptarse a los nuevos tiempos, Durán ha ampliado sus servicios y ahora también se dedica a la limpieza y rediseño de tenis , un giro que dice se ha convertido en la principal fuente de ingresos durante temporadas como el verano. “El proceso de cambiar de fuente principal de ingresos ha sido la limpieza de tenis, eso es lo que nos mantiene trabajando”, asegura.

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