Desde que era un niño, el empresario Óscar Isaza Benjumea, uno de los gestores de puertos más importantes de Colombia y del continente, nunca ha dejado de soñar.

“Soñaba con ser ingeniero de petróleos y con ser empresario”. El caleño, de 69 años, sonríe recordando ese momento en la casa de infancia del barrio La Campiña del norte de la capital vallecaucana, cuando la madre, Doris Benjumea, que era modista, le preguntó en aquel diciembre qué quería de regalo para Navidad.

El entonces pequeño de 7 años no dudó en responderle que deseaba una máquina y unas tijeras para cortar pasto. “Yo me iba tocando puertas por los barrios, como Prados del Norte, El Bosque y Vipasa. Yo cortaba prados y ganaba mi plata”, es parte de su relato sobre esa década de los 60. Era 1963 para ser exactos.

“En octu

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