El pasado día 23 de septiembre recibimos la triste noticia de la muerte de uno de los ídolos del cine de los años sesenta y setenta. La celebérrima actriz italiana fallecía a los 87 años en Nemours, una localidad cerca de París, en la que había vivido sus últimos años. Su vida estuvo llena de éxitos y protagonizó películas que han marcado la historia del séptimo arte como «El Gatopardo» (1963) u «Ocho y medio» (1963) entre muchas otras. Esta musa del cine italiano deja tras de sí un legado imborrable y, sobre todo, irrepetible.
Su muerte, aparte de lo trágico que es ver la caída de ídolos como ella o Robert Redford, nos deja un extraño sabor de boca. Ella, junto con grandísimos directores como Fellini, Leone o Pasolini marcaron un antes y un después en el cine europeo y mundial. Pese a