Han transcurrido dos años pero la herida sigue lejos de cicatrizar. En el Marco Simone de Roma Europa ahondó en ella . No tuvo piedad. Incluso firmó la mayor paliza de la historia de la competición, con el triunfo de Hovland y Aberg sobre Scheffler y Koepka por 9 y 7. En las catorce últimas ediciones ya son 10 triunfos del Viejo Continente, que sigue estrechando las distancias, aún infladas por aquellos primeros años, hace ya casi un siglo, de indiscutible superioridad norteamericana. Pero la Ryder Cup siempre te ofrece una posibilidad de redimirte, y EE.UU. se aferra a Nueva York para conseguirlo con tanta fuerza como lo haría Thor con su martillo.
El temible recorrido negro de Bethpage, en cuya puerta luce un famoso letrero invitando a los handicaps altos a dar media vuelta, ha sido e