El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña ha declarado nulo el despido disciplinario de un peón que fue despedido al día siguiente de sufrir un infarto y permanecer ingresado en la UCI de Manresa , al entender que la empresa vulneró sus derechos fundamentales al discriminarle por una situación de discapacidad asimilada a una enfermedad de larga duración. La sentencia obliga a la compañía a readmitir al trabajador y a abonarle 15.000 euros por daños morales.
El empleado, que prestaba servicios desde agosto de 2021 con un salario de 1.730,53 euros brutos mensuales , fue ingresado de urgencia el 23 de marzo de 2022 tras sufrir un infarto.
Aunque se encontraba en la unidad de cuidados intensivos, la empresa le comunicó el 25 de marzo su despido disciplinario con efec