Ciudad de México. – La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo anunció este viernes su intención de establecer una mesa de diálogo "de alto nivel" con China. Esta iniciativa surge tras la investigación formal que Pekín abrió sobre las medidas arancelarias que México planea implementar. Durante su conferencia de prensa matutina, Sheinbaum destacó la importancia de mantener una buena relación con China y la necesidad de explicar las razones detrás de estas decisiones.
"Nosotros estamos proponiendo una mesa de trabajo de alto nivel para poder platicar (...) Tenemos muy buena relación con China. Nos interesa tener diálogo en mesas de trabajo para que entiendan por qué se toman estas medidas", afirmó la mandataria.
El Ministerio de Comercio de China anunció la apertura de una investigación sobre las nuevas tarifas que México planea aplicar a productos de países sin tratados de libre comercio, incluyendo a China. Esta revisión se centra en la propuesta mexicana de aumentar los aranceles a mil 463 fracciones arancelarias y otras restricciones impuestas en años recientes.
Sheinbaum justificó la decisión de imponer estos aranceles, aclarando que no están dirigidos exclusivamente a China. "Lo que se busca es que México logre mejorar su balanza comercial y que se exporte más de lo que se importa", explicó. En los últimos cuatro años, las importaciones en México han aumentado un 83%, lo que ha llevado al gobierno a buscar un equilibrio en el comercio exterior.
La presidenta también mencionó que el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, se reunió con el embajador de China en México, Daojiang Chen, para discutir la política arancelaria y proponer la instalación de esta mesa de trabajo.
"Es la propuesta que haya una mesa de trabajo", reiteró Sheinbaum, quien subrayó que su administración está abierta al diálogo y que la relación con China se mantiene en buenos términos.
El Paquete Económico 2026 del gobierno incluye la posibilidad de aplicar aranceles de hasta el 50% a sectores estratégicos como automóviles, acero y textiles. Esta medida, que aún necesita aprobación legislativa, afectaría importaciones valoradas en aproximadamente 52 mil millones de dólares, representando el 8.6% del total nacional.
La mandataria concluyó que el objetivo es fortalecer la economía mexicana y garantizar que el consumo nacional se abastezca con productos fabricados en el país.