Falta exactamente un mes para las elecciones del 26 de octubre y la campaña del oficialismo se mueve en dos carriles que parecen complementarse, pero que en la práctica dejan entrever tensiones internas. Por un lado, Javier Milei insiste en mostrarse activo en el plano internacional: su reciente viaje a EEUU buscó transmitir la idea de respaldo externo, con dólares frescos y guiños diplomáticos que lo devuelven al país con aire renovado. Esa foto del presidente rodeado de apoyos internacionales apunta a reforzar la narrativa de que su proyecto político sigue en marcha y con socios de peso.
Sin embargo, en paralelo, la maquinaria local se vuelve cada vez más exigente . La Casa Rosada multiplica las reuniones de coordinación territorial, intenta ordenar a sus referentes provinci