Sinclair Broadcast Group ha anunciado este viernes que volverá a emitir el programa nocturno de Jimmy Kimmel en sus emisoras asociadas a ABC este viernes por la noche. Así, poniendo fin a un apagón televisivo de varios días en docenas de ciudades de Estados Unidos debido a las declaraciones del comediante tras el asesinato del activista conservador Charlie Kirk.

“Nuestro objetivo durante este proceso ha sido garantizar que la programación siga siendo precisa y atractiva para la mayor audiencia posible”, ha afirmado Sinclair, que opera 38 emisoras afiliadas a ABC, en un comunicado este viernes por la tarde. “Nos tomamos muy en serio nuestra responsabilidad como emisoras locales de ofrecer una programación que sirva a los intereses de nuestras comunidades, al tiempo que cumplimos con nuestra obligación de transmitir la programación de las cadenas nacionales”.

La ABC, propiedad de Disney, suspendió “indefinidamente” a Kimmel el pasado 17 de septiembre, tras las amenazas del director de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) designado por Trump, Brendan Carr.

Nexstar, otro grupo de cadenas locales afiliadas a la ABC, también anunció que suspendería la emisión de Jimmy Kimmel Live!. Antes de la decisión de la ABC, Sinclair también cargó contra al cómico.

Sinclair, conocido por su contenido político conservador, instó a Kimmel a disculparse con la familia de Kirk y, yendo más allá, le pidió que “hiciera una donación personal significativa” a Turning Point USA, la organización sin fines de lucro fundada por Kirk.

Incluso después de que Disney decidiera el regreso de Kimmel el pasado martes, tanto Sinclair como Nexstar continuaron cancelando la emisión del programa.

En su comunicado de este viernes, Sinclair afirma haber recibido “comentarios de espectadores, anunciantes y líderes comunitarios que representan una amplia gama de perspectivas” y haber detectado “actos de violencia preocupantes”, en referencia al tiroteo en el vestíbulo de una emisora de la ABC en Sacramento.

“Estos eventos subrayan la importancia de una radiodifusión responsable y la importancia del diálogo respetuoso entre las diferentes voces”, añadió Sinclair.

Como resultado del boicot de Sinclair y Nexstar, los espectadores de ciudades como Washington, D.C. y Seattle se quedaron sin el programa nocturno en la televisión local.

El veto se tradujo en una movilización nacional en torno a las protecciones de la Primera Enmienda, en particular porque la Administración Trump están en una ofensiva contra la libertad de expresión tras el asesinato de Kirk.

Los comentarios de Kimmel no se centraron en Kirk, quien era un aliado de Trump. Sin embargo, atacó a Trump y a los MAGA por su respuesta al asesinato de Kirk, que, según Kimmel, incluyó acusaciones e intentos de caracterizar al presunto tirador como “cualquier cosa menos uno de ellos”.

A raíz de aquello, el presidente de la FCC, Brendan Carr, acusó a Kimmel de querer “engañar directamente al público estadounidense”. Antes de la suspensión de Kimmel, Carr advirtió de que las filiales locales de Disney y ABC podrían afrontar consecuencias si el cómico no era sancionado.

El 17 de septiembre, el vicepresidente de Sinclair, Jason Smith, calificó los comentarios de Kimmel de “inapropiados y profundamente insensibles”, informa Associated Press, y afirmó que la suspensión de ABC no era suficiente.

Smith agradeció los comentarios de Carr y exigió “medidas regulatorias inmediatas” de la FCC “para abordar el control que las grandes cadenas nacionales ejercen sobre las emisoras locales”.

Aun así, en el anuncio de este viernes, Sinclair sostiene que su decisión de suspender el programa de Kimmel fue “independiente de cualquier interacción o influencia gubernamental”, según el comunicado de Sinclair, añadiendo que las emisoras tenían derecho a ejercer su propio criterio.

“Si bien entendemos que no todos estarán de acuerdo con nuestra decisión sobre la programación, es simplemente incoherente defender la libertad de expresión y al mismo tiempo exigir que las emisoras transmitan un contenido específico”, añadió la compañía.

Si bien las filiales locales de televisión transmiten su propia programación, como noticias locales, también contratan a emisoras nacionales más grandes, a las que pagan para que transmitan su contenido nacional, dividiendo los ingresos por publicidad y las tarifas de las compañías de cable.

Sinclair afirma que están teniendo conversaciones “constructivas” con la ABC y que sus propuestas a la cadena para fortalecer la rendición de cuentas y el diálogo, y nombrar un defensor del espectador, están pendientes.