Miles de devotos se reunieron ayer en el Santuario de la Virgen del Rosario de Yauca para participar del tradicional “barrido”. Esta jornada no es solo una limpieza del templo y sus alrededores: es un acto de fe colectiva que marca el inicio de las festividades religiosas.
Desde muy temprano, familias enteras, grupos de escolares y peregrinos provenientes de diferentes puntos del país llegaron al santuario para sumarse a esta actividad simbólica, que representa la purificación del corazón y la preparación espiritual para los días centrales de celebración.
“Vengo con mucha devoción. Soy de Ica y es la primera vez que participo en el barrido. Se siente una paz y una esperanza única”, compartió una devota visiblemente emocionada. “También participo en la peregrinación y la procesión.