Un clima de incertidumbre y tensión se apoderó de Chascomús, localidad bonaerense de unos 35 mil habitantes, tras conocerse el cierre repentino de una fábrica de galletitas . Los trabajadores llegaron a la planta el jueves al mediodía y recibieron la noticia de que quedarían “desafectados”, sin previo aviso ni información clara sobre indemnizaciones.
En las horas siguientes, el personal observó cómo camiones retiraban materia prima y equipamiento de la planta , mientras los empleados solicitaban que se detuviera el vaciamiento hasta resolver la situación laboral. La incertidumbre generó protestas internas y el temor de quedar sin ingresos inmediatos para sostener a sus familias.
Aunque no se entregaron telegramas formales de despido, los 27 empleados quedaron cesanteados , entre e