Por el derecho a la libertad de expresión
La primera semana de septiembre entregué el oficio de denuncia de la contaminación lumínica, que los oficiales de la Policía Municipal de Tecate, Alfredo Flores y Julissa Corona, dirigen todas las noches hacia mi terraza. Como lo dije hace tres semanas, en un espacio de menos de diez metros han colocado cinco focos, de los de más energía, que mantienen encendidos desde antes de que oscurezca, hasta que sale el sol, todas las noches. La ubicación de los focos no obedece a cuestiones de inseguridad, con los cuales quieran intimidar a los delincuentes. Para ingresar a su propiedad hay dos puertas metálicas que lo impiden. Los cinco focos dan hacia un techo de lámina del vecino intermedio, y son totalmente inútiles. Un solo foco de esos sería molesto,