Una herida abierta en la pata de un perro callejero cambió el rumbo de la vida de Óscar Cruz . El animal, al que llamó Tommy, apareció con la extremidad destrozada en un barrio del nororiente de Cali.
Lo llevó a la veterinaria, lo curó, y compartió su historia en redes sociales.
Así conoció a Sandra, quien quedó conmovida por la historia y decidió sumarse a la causa. Aquel rescate fue el primero de muchos.
La historia de Tommy marcó el inicio de una labor silenciosa y persistente que, 13 años después, sostiene la Fundación Patitas Rosas Cali.
Legalmente constituida desde hace dos años, la organización alberga hoy a más de 140 animales entre perros y gatos, todos rescatados en condiciones de abandono, maltrato o enfermedad.
Aunque el esfuerzo diario recae principalmente sobre Sandra y