Este lunes, Lewis Hamilton confirmó la muerte de su perro Roscoe, quien se convirtió en su fiel compañero durante las últimas temporadas de la Fórmula 1.

“Después de cuatro días con soporte vital, luchando con todas sus fuerzas, tuve que tomar la decisión más difícil de mi vida: despedirme de Roscoe. Nunca dejó de luchar, hasta el final. Me siento muy agradecido y honrado de haber compartido mi vida con un alma tan hermosa, un ángel y un verdadero amigo ”, escribió el piloto británico en sus redes sociales.

El bulldog inglés de 12 años, conocido entre los fanáticos por acompañar al siete veces campeón mundial en los paddocks, atravesaba problemas de salud propios de su edad y había sido internado de urgencia. Ante este duro escenario, Hamilton tuvo que recurrir a la eutanasia animal.

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